Páginas

domingo, 14 de septiembre de 2014

Reflexiones: Un aciago océano

          Mi vida es como una hoja seca, como mi yerta alma, que cae de un humilde árbol para desembocar en las aguas de un aciago océano. Sin control y negados unos simples remos, a la deriva voy a merced de las corrientes marinas y del caprichoso viento, donde mi voluntad se pierde en cada vaivén de las olas. El viaje indeseado transcurre en no sé qué derivas, más mis ojos contemplan la vida marina y de los cielos con todo su apogeo. Mientras esa fascinación vital al mismo tiempo me es negada. Y en estos mares dela depresión donde sus turbias aguas lo inundan todo, y lo corrompen todo... Mi yo hojaceo sigue sin rumbo y sin atisbar horizontes. El sol abrasador inunda los cielos y deshidrata mi ya maltrecha ánima, mientras la perenne inmensidad del océano me recuerda que no navego solo...Pues la soledad más aplastante es mi única compañera,pues ni en estos avatares me abandona. Donde el grito de auxilio nunca será oído, donde mis lamentaciones más profundas nunca serán atendidas por nadie, ni siquiera por mis propias entrañas hastiados de tanto inútil intento. Y la paradoja se cierne nuevamente en esta invitada vida, pues mis apenas lágrimas, cuasi secas de tanto uso,únicamente sirven para llenar aún más el inmenso océano de desolación que me arrastra y que me avale sin tener conocimiento de poder llegar a puerto seguro. Pues eso, como casi todo, también me es negado, como si fuera el portador de la mala suerte universal.

          Esta sequedad de esta hoja,aun mojada por estas turbias agua, mantiene su deshidratacion pues ya es incapaz de absorber nada. Y a merced de estos pérfidos mares,de esta abrumadora soledad, de este viento impetuoso que me arrastra sin permiso...sólo me queda,nuevamente, el miedo de donde desembocará este improvisado viaje. Quizá las olas y corrientes me lleven hacia una tropical isla, la cual según mis suerte será desierta y despoblada de virtudes...pero mucho me temo que está hoja seca,un día portadora de un gran árbol, sucumbirá al peor de los destinos. Pues intuyo que estas aguas bravas me llevarán a golpearme hacia las rocas del más abrupto y afilado de los acantilados!

No hay comentarios:

Publicar un comentario