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martes, 28 de mayo de 2013

REFLEXIÓN 6



       El día de hoy es como otros tantos y tantos en los que me asaltan mil y una inquietudes, en el más estricto de los sentidos. Inquietud perturbante, acosadora, haciéndome estar en un continuo estado de vigilia, cual ciervo olfateando el aire por si huele a su depredador, que sabiendo intuitivamente, que está acechante, no  puede hacer nada por la impotencia incluso de saber que ese tigre escondido, es más sigiloso, rápido y sutil, y que por mucha atención que tenga… lo más seguro, y por mucho correr, caigas sus fauces!

        He de reconocer que me hoy, como tantos días, me siento débil, muy débil… cansado, hastiado, harto, con una sensación de perpetua carga pesada que me aplasta y me hunde, hasta el punto de darme por rendido…. Mi mente y mis labios, sólo saben decir: “no puedo más…”

        Os hablo, permitiéndome el recurso literario de personificación, de la gran Compañera inseparable de la Agorafobia. Su antecesora, la que prepara con cuidado su camino y lo allana para mayor facilidad de ésta. Vil compañera con la que comparte sus mismos fines y planes…que actúan en perfecta simbiosis para acometer sus embestidas y sus siniestras estrategias. Os hablo de la Ansiedad, la que me trajo a donde estoy, la que me condujo hábilmente y sin percibir cómo de forma tan sutil lo hacía, a estos lares que hoy y desde tiempo atravieso.

        Con ella empezó todo, y con ella, acabará todo….desterrándola o sucumbiendo ante sus espinados brazos para un final de finales. Y aunque comparten destino ambas, Agorafobia y Ansiedad, para socavar el alma y el interior, de mi vida, de apagarme, de sustraerme hasta la última gota de energía… Son bastante diferente, aunque la primera no puede vivir por si sola sin la segunda, la más malvada de las dos, porque es la más hiriente y doliente, la que realmente hace el trabajo sucio… Y es que hay dos diferencias fundamentales entre ellas. Mientras la Agorafobia sonríe con tu dolor al crearte mil y un miedos, al rodearte con sus planes, para atraparte en tu casa y quedar preso y a sus pies cual sirviente; la Ansiedad se apodera de ti, literalmente, se incrusta en tu interior, en tus entrañas, en tu mente y en tu corazón…. Y ahí, instalada, empieza a devorarte internamente cual larva salida de su huevo, puesto por la picadura de un parásito desconocido, al menos para mí.

        Es por ello, que nuevamente me siento débil, cuasi derrotado, con una merma que no sé si algún día podré recuperar o ya quedó perdida para los restos. Y es que es muy difícil vivir con esto, porque mientras que la Agorafobia tiene sus momentos, te deja sus treguas, para que te confíes, pero tregua al fin y al cabo, la Ansiedad no es de esas… No me deja ni un solo instante del dia, de los meses, de estos años… Es perenne. ¿Os imagináis un dolor continuo, eterno, sin parar, sin descansos, apretando tu pecho, axfisiándote por veces, sufriendo de forma secuencial cual bucle cerrado? Algo insoportable, que a veces ni los ansiolíticos hacen el efecto requerido, quedando resquicios para seguir atormentándote… Malvada por derecho y reputación, no puedo negársela…. Podéis imaginaros día a día esa presión en el pecho, ese estado continuo de vigilia, ese sufrir y sufrir, esa tristeza que llega de repente sin avisar y sin llamarla, funesta. De que el llorar ya ni te calma ni te desahoga ni un ápice. De que el sentimiento de soledad se torna en impasible y devastador, profundo como nunca lo has vivido.

De que la impotencia es tu segundo nombre, bueno no, el primer nombre, el verdadero ya te fue arrebatado. Que las rutinas, principalmente las caseras, ya que no existen otras, también se vuelven en tu contra como agujas que se clavan en los pies a cada paso que voy dando. Que sientes, seguramente sin fundamentos, pero queda sentido, que ya no importas a nadie, o que ya ni siquiera importa que importes! Que tu mente, con tal carga, en los momentos de flaqueza, que son más que los de fortaleza, se llene de los peores pensamientos, de los más siniestros, de sobrepasar de una vez por todas esas líneas rojas que os comentaba en tiempo y acabar con todo de una vez. ¿Os imagináis tal desdicha, que buscas mantener ocupada tu mente con cualquier cosa, rozando la obsesión, para que al menos me crea, engañándome o no, que mi vida tiene aunque sea una mínima pizca de sentido? Y a eso le unes la magistral mano en la partida que la Agorafobia hace llenándote de miedos y más miedos, irracionales, racionalmente sabes que son irracionales, pero aun así se apoderan de ti sin poder tener una pequeña oportunidad de hacerles frente! ¿Qué coctelera, no? Y aquí viene otra de las grandes mentiras: La Ansiedad no se llama verdaderamente así. Su nombre real es Tortura.

        Y ahora, con todo esto, exponenciado, porque mis palabras no hacen justicia a lo que realmente siento… que es de mucho mayor grado, y me falta capacidad de expresión, o mi embotamiento, no me permiten mejor explicación.

        ¿Sabéis cual es el mayor dolor y el mayor robo que la Ansiedad me hace? Pues es la falta de Paz, de sentir un instante sosiego, descanso, aunque sea sólo día, pidiéndole cual reo en sus últimas voluntades… Paz… paz…. Paz… pero nunca llega. Y ese es de todos, el mayor sufrimiento e impotencia de los ya enumerados…. El anhelo constante, la añoranza melancólica cual fado, de buscar y obtener por un momento esa deseada paz. Os puedo asegurar que no hay mayor crueldad, y vivirla una y otra vez, día tras día… con un único denominador común: dolor y sufrimiento. Azufre y fuego. Infierno viviente, y no bajo tierra!

        ¿Qué merece la pena? Para qué seguir caminando si no existe rumbo, ni meta, ni opciones… ni horizontes claros. ¡Para qué remar contra fuertes corrientes si al final no va haber nada! Sólo quiero descansar, no sentir más, quizá la muerte es la única que puede darme paz… Pocos me recordarán…. Y los recuerdos pasan fugaces… por qué hacer sufrir y compartir sufrimientos a quienes pasaron ya los suyos… Un solo sufrimiento y que vivan sus vidas! Por qué no un revuelto de pastillas como primer plato (no me gusta el dolor, bastante llevo ya) para obtener el postre deseado… quedarme lentamente dormido, con mis perros, a mi lado, mientras digo adiós entre lágrimas a la espera que el menú haga su efecto y la Paz me visite de una vez por todas!!!

         ¿Os imagináis? Pues ya lo hice, en dos ocasiones, e inepto de mi, iniciado en estos menesteres del suicidio, nunca di con las dosis o tuve que hacer otras mezclas, no sé… Pero lo hice… Y que sensación más extraña tuve en el segundo intento, cuando creí de veras que hacia efecto ,sudores fríos, temblores en los miembros, y Morfeo dándome todo su sueño; y despertar al día siguiente extrañado de abrir los ojos y ver a mi pareja despertándome… Confusión es lo que inundó mi mente… esto no debía de ser así… no…. no era lo que quería, en qué fallé… me preguntaba internamente mientras, metafóricamente hablando, veía a lo lejos a estas dos primas Ansiedad y Agorafobia, como se reían complacientes, diciéndose entre ellas lo estúpido que yo era, que de sus fauces no escapaba. Y os puedo también asegurar que en ningún momento quise llamar la atención, me siento lo suficiente maduro para eso. Algunos pensaron eso… no lo reprocho, supongo que es más fácil de asimilar, pero lamentablemente, en aquel brote de locura, era mi intención pensada y queriéndola llevar a efecto.

        Y la maquinaria se puso en marcha… a urgencias cuando cualquier pensamiento autolítico asomara aunque fuera un resquicio. Control absoluto de medicación… no sé ni donde hay una aspirina… cambio de dicha medicación por parte del psiquiatra…. Y después de un par de meses (pierdo la cuenta) mejoré, pero aquí estoy de nuevo con atisbos, o como formas no claras moviéndose tras un velo espeso, intentándose de nuevo incrustarse esos pensamientos, para cruzar una línea, que ya crucé, y por mi honor y por lo que mas queráis, nunca en mi vida, por principios, creencias y moral, crei que iba a cruzar. Eso era un auténtico axioma irrefutable. Nunca haría algo así. Pues descubrí que de axioma nada… crucé, y avergonzado os lo digo, y con gran tristeza. Tristeza que vuelve a aparecer con mas asiduidad. Otro temor para juntar en mi cajón de los miedos.

        Y diréis, y con razón, dónde está ese Alberto que en anteriores ocasiones nos hablaba de esto con otra fuerza, retando, queriendo desenmascarar y diciendo que no va a cejar en su empeño. Nos mentía, qué pasa, que ocurre, que son estas incongruencias?

        Pues amigos, nunca quise ser incongruente, ni mentiros, no lo hago, ni daros falsas esperanzas… lo escrito, escrito está… y con razón y como lo pienso o pensaba. Diréis que si además soy bipolar o algo así… os puedo asegurar que no… dejadme con mi tres en uno, no quiero más en la asociación. Ya es bastante con la Ansiedad, la depresión y la Agorafobia.

        Pero, esto, una vez más, es la paradoja de esta cruel enfermedad. Ya os dije que nos hace confiantes para luego darnos con más fuerza. Ésta es una de esas!

        Bueno, ya tuve el atrevimiento de contaros un episodio de los más duros de los de esta enfermedad y de los de mi vida. Lo he explicado como he podido, con la intensidad que más se acerca, pero entenderéis que explicarlo con más detalle sería muy largo.

        Y por desgracia, sólo hay dos opciones, ninguna más existe….
Vencer o ser vencido!!!! Las fichas siguen sobre el tablero!

Un afectuoso saludo.


Alberto.

viernes, 24 de mayo de 2013

REFLEXIÓN 5



De nuevo estoy ante esta hoja en blanco virtual… De nuevo, para mostraros mis emociones, mis reflexiones, el cómo vivir acompañado por un monstruo llamado Agorafobia. De nuevo, será una reflexión más “light” pero no por ello menos cierta o intensa… Continuo reservando mis peores momentos, mis cruciales vivencias, mis historias que a posteriori me producen vergüenza, de lo que te hace llegar hacer la insoportable carga que la vecina intima de la Agorafobia, la Ansiedad, como losa gigante de hormigón aprisiona tu pecho y tu mente… y de ahí a la desesperación más irracional, hay una línea muy delgada.

        Siempre os pido disculpas por lo mismo, espero podáis entenderme, enfrentarse nuevamente de aquello que no quiero rememorar por el dolor que me causó mis propias actuaciones contra mi mismo, la llegada demencial de ideas extrañas incrustándose en mi mente como implantación perfecta, y sutilmente malvada. Aquello, que por falta de valor, tristeza, de no reconocerme a mi mismo, de haber perdido mi identidad más absoluta… es difícil de asimilar… Pero de momento ganan las fuerzas del miedo y la cobardía. Pero como siempre os digo… os contaré esos peores momentos de mi vida, por mucho dolor que me traiga, pero debo de hacerlo, por mí, y por si en alguna medida os puede ayudar para reconocer ciertos síntomas y no lleguéis a extremos que yo nunca creí que podría llegar. Es una promesa…. Y os puedo asegurar que será, a mi pesar, un capítulo de esta historia apasionante, por los sucesos en sí, pero aún más desgarrador y axfisiante!

        Pues bien… dicho esto, hoy os puedo decir como esta enfermedad me hace sentir, de esas tantas paradojas, que ya os comenté, llenan mi vida.

        Lo que mejor consigue esta compañera parásita, es aparte de llenarnos de miedos irracionales, es la inseguridad y la incomprensión, e incluso una soledad tan absoluta, que por mucha gente amiga que nos rodee, sigue igual de aplastante. Nos hace súper-sensibles ( y los que ya éramos sensibles de per sé, imaginaros), baja nuestra autoestima no hasta el suelo, sino hasta 10 kms debajo de él. Nadie llega a entendernos en su plenitud y justa medida lo que esto. No se puede echar en cara… pero esa incomprensión de la vivencia que sufrimos, nos lleva muchas veces a que esa inseguridad se intensifique y se perpetúe. Los de nuestro alrededor, con sus mejores intenciones, con sus mejores deseos, pueden atisbar mil cosas, pero muchas veces por ese afán de ayuda, nos obligan inconscientemente a realizar tareas o salidas, que en realidad al final, puede llegar a empeorar y retrotraernos más, y volver andar los pasos desandados.

        No los culpo, por Dios, bastante aguantan. Nuestros cambios de humor, de cómo amaneceremos, de cómo nos tomaremos cualquier idea propuesta… de, en definitiva, sentirse perdidos e impotentes. Nueva paradoja. Sienten lo mismo, en menor grado, ya que nosotros lo magnificamos, pero son los mismos sentimientos los que nos inundan. Sanos y enfermos, compartiendo lo mismo!
        Pero lo peor de todo, aparte de miedos y ansiedades excesivas y  extremas, que no son baladí; es la Impotencia. El sentir que no puedes hacer nada, por mucho que te digan que si puedes, por mucho que por momentos te auto-convences de que sí puedes… al final, somos apresurados…. esta lápida pesada nos puede tanto que deseamos quitárnosla de encima lo antes posible… Y aquí, esta Maestra del Engaño, vuelve a aventajarnos! Nos deja que corramos, nos deja falsas esperanzas… “Vaya, he salido al jardín y me sentí bien, también crucé un calle que nunca lo hice, y me sentí bien…. Puedo con esto… mañana nos vamos de compras a la ciudad, con todo el gentío y grandes almacenes, pues ya lo voy dominando… tengo que dar un paso mas grande!”. Y zas… en medio de cualquier calle o esperando la cola de la caja… empezamos a mirar hacia todos lados, la inseguridad va creciendo y creciendo. El corazón comienza un baile no deseado con fuerte ritmo y potencia, la mente empieza a ponerse obtusa… la gran vecina amiga, la Ansiedad, empieza a dominarnos absolutamente, las piernas y brazos no responden como deberían… Queremos que no se nos vea así por la persona o personas que nos acompañan, pero ese intento de que la presa no se derrumbe… nos lleva como único camino a que dicha presa se desborde. Las palabras no quieren salir, tartamudeos, pienso en decir algo, pero esa expresión pensada es dificultosa al verbalizar… los músculos engarrotados, la cara desencajada por el miedo…. La crisis de Pánico ya está en su apogeo! La mente única y exclusivamente solo piensa en una cosa, y da igual la dificultad de movimiento, de expresión, de ansiedad…. Sólo piensa en irse a casa… al lugar seguro, al refugio paradójico, porque realmente es nuestra cárcel.

        Tienes la sensación de que todos te miran… o quizá la sensación es real, me miran porque han visto mi cara desencajada y pavorosa cual personaje siniestro de Edgar Alan Poe! Vamos a peor, todo crece más y más, de forma vertiginosa, con una aceleración de microsegundos, y tu interior ya no pide, sino grita: “quiero estar en casa”.

        Todos se dan cuenta, te ayudan, te tomas la pastilla ansiolítica de rigor, guardada en ese típico pastillero de anciano, que se ha vuelto inseparable, y del cual nunca te olvidas si tienes que salir. Vuelta a casa, las respiraciones fuertes y rápidas las intentas controlar. Y aunque eres consciente de que vuelves a casa, hasta que no estás en ella, no se normaliza dicha respiración y ansiedad.

        Ya estoy en casa, por fin, me digo. Pero al final, te sientes culpable por todo (otra acciona magistral que consigue instalar en nuestras neuronas nuestra amiga Ágora… lleva tanto tiempo, que ya hasta la tuteo y la llamo de forma acortada. Parece que hay confianza. Maldita confianza). Culpable por haber sucumbido, por querer correr, cuando los médicos están hartos de decirte que es una enfermedad lenta y que hay que ir lento, y yo ignorante y mejor sabedor que cualquier psiquiatra, desoí para caer al final en la trampa. Ahora tardaré en salir, no se cuánto tiempo, un mes, dos semanas? La última vez fueron cinco meses!

        Sentirnos culpables porque fastidiamos el día al otro, al que queremos, al que con resignación, accede a minimizarlo, aunque en su cara vea la misma decepción que nosotros sentimos por no lograrlo. Y es peor, porque los demás ven los pasos y también nos apresuran, pensando que es lo mejor para nosotros, y nos dejamos convencer…. No sabemos decir que no. (No tenemos autoestima). Además si lo dicen en quienes confiamos…. Será así. Maldita Agorafobia, nunca vi mejor estratega!

        Y la impotencia vuelve… “de esto no salgo por mucho que lo intente… ya ves, a volver al principio… empezar de nuevo con la carga… uff… no puedo más…” Y lo que iba a ser un gran paso y victoria para nosotros, se torna en más miedo, más inseguridad, más impotencia, más tristeza, más miradas perdidas, más depresión… en los días sucesivos, hasta que puedas volver a alzar el ánimo!

        Y si nos sentimos incomprendidos por los que junto a nosotros viven y sufren esta enfermedad…. Imaginaros con los que la ignoran, la desprecian, e incluso la tachan de falsa o invención.

        Es duro oír, sobre todo desde la más absoluta ignorancia expresa, ignorancia que ni siquiera pretende cultivarse o informarse realmente; que somos una pandilla de vagos, medio locos, zumbados, invenciones…. “Trabajad, que es lo que tenéis que hacer…” y un largo etcétera de frases peyorativas e hirientes.

        No podéis imaginar el poder trabajar… no paré en 15años, relación con la gente, sentirme realizado, pleno, autosuficiente… ver el sol, pasear, planear, hacer….. qué equivocados estáis porque sólo entendéis como enfermedad una pierna escayolada, un cáncer de pecho (que lo es, y no lo estoy comparando), un ataque al corazón que no se advierte…. No entendéis que no todo es físico? Que en multitud de ocasiones, la enfermedad mental (no locos) es más dura y complicada de vivir, de sufrir y de curar que algunas físicas? Sabéis lo triste que es, que el umbral de tu casa sea el mejor más efectivo carcelero? Que la vista al horizonte más cercana es la que te da la ventana de tu cocina con sus respectivas rejas? (malvada ironía es eso) No sabéis que la enfermedad del alma, que el dolor interno que no calma una morfina…. es auténtico y devastador? No me cambio por ninguno de ustedes, porque como decía una amiga, no le deseo esto a nadie. Pero tened por seguro que añoro, con envidia sana, vuestras vidas, por pobres que penséis que pueden ser!

        Por favor, intentad empatizar, igual que lo hacéis y hacemos con alguien que pierde su trabajo o su casa, momentos horrorosos aquellos! Pero porque no llevemos un brazo escayolado, no quiere decir que no estemos enfermos. Las heridas del alma, existen, la malvivida alma, el irracional miedo a todo, la ansiedad excesiva que por momentos te lleva a creer que vas a enloquecer, el sentir que tu vida (muchas veces ni sentida como tal vida) se va yendo y sentir que es desperdiciada y que te ves impotente para solucionarlo…. Eso también existe…. Es muy Sufriente… Es muy Amarga… Es muy Dolorosa… Es muy Traicionera… Es parte la VidaEs…. Mil cosas que no podéis imaginar… Y todo eso tiene un nombre: Agorafobia!

        Hasta la próxima reflexión, amigos. Saludos.

        Alberto.


martes, 21 de mayo de 2013

REFLEXIÓN 4





       Nuevamente me presento antes vosotros, lectores, para desnudar un poco más mi alma, mi interior, mis avatares en la continua lucha contra esto que nos ataca de forma constante y que por mucho tiempo que pase, nunca nos acostumbramos, o al menos yo no me acostumbro, a llevar la pesada presión que de manera maliciosa la agorafobia ejerce complaciente, viéndose exitosa por sentirse invulnerable. Parásito invisible, escurridizo y traicionero, que trasmuta como virus gripal para dificultar la cura y su tratamiento. A veces, metafóricamente, parece de disponer de inteligencia propia, superior a la nuestra… siempre por delante, siempre acechante, incluso como buen jugador de ajedrez, previsor, haciéndote creer que tu jugada es buena, y a la siguiente te tiene en jaque.

       Cuántos males me has causado, maldita! Cuántas desventuras me has hecho y continuas haciéndome vivir! Que incluso dando el paso valiente de contar quién eres, de cómo eres, de tus sucias maneras de obrar…. Aún así, lleno de valor, aun continuo retrasando el manifestar a todos los que lean estas líneas, hasta los puntos que me has hecho llegar, incapaz y retardando el día para contar el doliente hecho que hizo capaz tu llegada. Aún, retardo el narrar las mas oscuras actuaciones en mi propia contra que me has llevado a realizar, cuando me golpeaste más duro y fuerte, cual maza pesada en mi cabeza asestada con todas tus fuerzas, creida que ya era mi fin y salías victoriosa…. Casi lo consigues, aberrante hija de…. Pero aquí estoy… aquí sigo… Y aunque el dolor de rememorar tales vivencias te sirven de provecho en tus planes más audaces… que te quede claro, que aunque duela, los contaré… todos deben saber lo capaz que eres, del mal que puedes causar… la desesperación a la que puedes llevar a una persona, para que incluso roce el reino de Hades. De que me hagas andar por el filo de afilado cuchillo por si no quiero precipitarme por los hondos abismos de la muerte! Quizá hoy no será… no soy estúpido, aún mantienes tus hilos, aunque menos tensos, para tirar de ellos y tratarme cual marioneta, volteándose sin sentido pareciendo loca. Todavía tienes tus cartas y tus ases de los miedos, del dolor, incluso de la vergüenza que me causas por haberme hecho pasar cosas inpensables.     Pero lo contaré tarde o temprano, dalo por seguro, porque estoy decidido a desenmascararte, para que todos vean cómo eres y puedan luchar contra ti… Ahora soy yo, el que con ventaja te digo que aproveches el día de hoy, porque no será… pero mañana SÏ… ¡Ahora soy yo, buen aprendiz de tus artes quien te infunde miedo paralizante, porque aunque me cueste dolor y lágrimas, todos sabrán donde te escondes y cómo de escurridiza y mentirosa eres, y nadie más caerá en tus trampas!


Me has hecho sentir quien no era, por haberme hecho creer que ya no era… por jugar con mi mente, mi dolor, mi alma, mi falta de fuerzas y vigor, mi debilidad mental y física, casi haciéndome enloquecer por no entender nada de lo que me ocurría.



       Uff… amigos, cuesta tanto encararse, pero así es esto… no queda más remedio que dejar de ser civilizados con esta enfermedad, y denotar con todas nuestras fuerzas, más que nunca, el sentido de supervivencia, porque si no, estaremos perdidos… Hará con nosotros lo que le plazca… nos dejará incluso tempos apaciguados para que nos confiemos, y luego asestarnos su puñalada más traicionera, en su divertido juego diabólico!

       Quizá notéis mis palabras llenas de rabia! He de deciros que sí, que así es. Están plagadas de rabia, inmensa rabia! ¿Sabíais que en el plano emocional la rabia es la manifestación ante la injusticia, ante lo que en derecho y propiedad no es justo de ninguna de las maneras? Todas las enfermedades son injustas, algunas mas que otras, no hay que compararlas, no podemos caer en ese absurdo… Pero esta, la Agorafobia, es de las más injustas y crueles… Porque no sabemos dónde localizarla y extirparla… porque aprovecha recovecos mentales inaccesibles para nosotros mismos donde esconderse y esperar latentemente para salir en el momento más débil que tengamos. Porque no siempre el tratamiento médico es el apropiado, y a probar otro, y luego otro, porque el anterior te debilitaba en otras cosas…. Espiral ésta también debilitante y demoledora porque hace alimentarse más la agorafobia, por sentirnos perdidos y decaídos ante lo que imaginamos que no tiene solución… no se da con la receta exacta… no es un antibiótico y punto… y esta espiral es demasiada cansina, con mil efectos secundarios, donde sólo hay dos beneficiarias: las farmacéuticas y la propia agorafobia! Irónico, jejeje…eso te lo debo a ti, y ahora lo tengo en mi provecho. Intentaré no dar pábulo a tus ataques,  a no dejar confundir mi mente con tus escaramuzas. No declaré guerras, pero voy a defenderme!

       Y te doy una ventaja, que un estratega no haría… pero yo sí! No pienses que ahí va el incauto con todas sus fuerzas, que  conseguirá poco, y luego me rematarás en la debilidad. No iré a por ti cual toro de Miura, pero iré!

       Y espero lógicamente curarme de tu mal, de las fuertes ansiedades y miedos de una vez por todas, consciente que alguna secuela que otra quedará… podré vivir con ello! Pero si al final sales vencedora por cualquier razón, habrá una cosa que perdurará en el tiempo y a lo que no puedes hacer frente ni parar... Son estas palabras escritas, describiéndote y desenmascarándote… Y así otros tengan más ventajas hacia a ti, y no tenga ese periodo de gran confusión de no saber lo que les pasa, momento que siempre aprovechas para debilitarnos más!

       Estas palabras quedarán, serán leídas, y aunque sea una persona la beneficiada de ella, tu quedarás tocada!

       Este es mi terreno, aquí no puedes. Jaque!

lunes, 20 de mayo de 2013

REFLEXION 3




              Ayer sin saber por qué razón, conseguí convencerme por mi pareja de salir a tomar café a un pueblo de al lado, unos 12 kms. Sinceramente me dejé convencer porque realmente no quería salir, pero lo hice, debía de hacerlo, tenía que hacerlo, aún con ese fantasma agorafóbico pegado en mis entrañas cual tenia amarrada y alimentándose de mí mientras yo decaigo. Y todo el mecanismo diabólico de esta enfermedad puso aceites en sus engranajes y mi mente empezó a dudarlo, movida por esas infernales manivelas. Cómo podré hacerlo? Llevo 5 meses sin salir de un salón de 23 metros cuadrados, moviéndome escasamente a una cocina de menos de 8, y durmiendo en una habitación no más de 10. ¿Cómo puedo hacerlo si lo máximo que mis ojos ven de luz diurna es la del trayecto, siempre el mismo trayecto, sin variaciones, a casa de mis padres, que no queda lejos? Las ruedas engranadas de esta mala compañera iban dando sus mejores movimientos cual perfecto mecanismo de un reloj suizo.


 ¿Podré superar el miedo, el pavor a que lo irracional me coja desprevenido en cualquier terraza o plaza, y con la misma irracionalidad, con cara desencajada, con piernas tambaleantes, con tartamudez expresa y sin lograr articular frase coherente me lleve a rogar suplicante que me devuelvan a casa vía exprés y con sólo dejarme allí, aunque sea como un objeto más de la decoración sería suficiente para calmar mi súplica? ¿Cuál era la mejor y menos dolorosa manera de fastidiar el dia de la persona que me quiere, tenerlo atado a un salón u obligarlo a sufrir una crisis de pánico en medio de la nada? NO se lo merece…. Y me siento culpable cada vez que le miro y veo como finge su dolor por verme como me ve desde hace tanto tiempo. Culpable, cuando lo veo, como es lógico, intentar evadirse con su música, yendo a su gimnasio o enredando en el móvil para poder soportar no sólo este estrés y dolor, sino también los que les llega por otros lares. Y todo este pensar, este mar de miedos y dudas se originó apenas en segundos cuando escuche la propuesta de una cara sonriente, cómplice, simplemente queriendo ayudar de la manera que sabe, una propuesta simple pero dicha con alegría y en forma de mandato complaciente: “vamos a Montijo a tomar café”. Y respondí que SI mientras paralelamente y con rapidez vertiginosa ese engranaje malvado y parásito removía mi mente, amenazante, inquisitorial, queriendo hacerme preso! Y sabéis qué? Tarde un poco para cambiarme de ropa, haciéndome el perezoso, sólo para ganar tiempo, pero sobre todo valor!

Me cambié de ropa, cogí mi humilde cámara de fotos compacta pensando que podía aprovechar cualquier rincón precioso que pudiese aparecer, y me embarqué en el asiento de copiloto del coche y ahora yo acompañando a mi pareja con esa misma sonrisa que antes me regaló, dirección Montijo.

La tarde fue espléndida, he de reconocerlo…. Me sentí nuevamente vivo… parecía un niño que descubría por vez primeras las maravillosas cosas del mundo, de la luz del sol, del sonar del viento entre las copas de los árboles, de sentarme y tomar un café y charlar como antaño de todo! Fue precioso! Hablaba en demasía, apenas callaba, un lado por la euforia del dia, por otro, era la ansiedad, una manera de tenerla aparcada un rato. Fuimos de una terraza, a pasear por unos estantes de un chino, de una tienda de decoracíon de otro pueblo cercano, y pasear por un parque lleno de vegetación, sonidos, aires puros, patos y pavos reales en su estanque y de fondo una iglesia salesiana con imitación gótica en su arquitectura (la que más me gusta, todo sea dicho). Y por supuesto además de tener captados los momentos vividos con la mejor compañía en mi interior, saque mi cámara para captar otros, que yo sólo entiendo. El tiempo empeoraba, amenazaban las turbias nubes con descargar su lluvia mas intensa… el viento se violentaba… los arboles se agitaban…. El día se tornó en gris, pero no pudo ser mas conveniente y perfecto. Ese mismo sonar, ese mismo clima, esos mismos colores detonados por los grises celestiales, esos aromas a tierra y hierba humedecida, nos retrotajo a un viaje que hace  años hicimos y que simpre recordamos con gran alegría! Sintra, Portugal!
Algunos ya habéis visto fotos de aquellos parajes en este mismo blog, a los demás os invito a hacerlo, y si podeis, visitarlo!

        No estuve pendiente del reloj, pero el tiempo nos hacia volver a casa, pero no era en este caso para mi imperioso, pero pintaba tormenta, y de los cuatro perros que tenemos, uno las teme de forma muy sufriente… Y era deber estar con ellos y calmarle a él.

        Conseguí hacerlo, me dije interiormente victorioso… lo hice, sí, lo hice! Aunque la experiencia ya es un grado, y esa victoria la traté con templanza, era un paso, si, pero quedaban muchos mas, y como os dije esta enfermedad se vale mucho de los excesos de confianza para luego darte mas fuerte y te sea mas dificultoso el levantarte. Lo disfruté y degusté… de momento con eso me quedo! Que es mucho!

        Y aunque la euforia, debido a la ansiedad, permaneció en toda la noche, seguimos con el mismo ritmo de sonrisas y compartiendo…. Cuanto hablamos de Eurovision anoche!

        Y hoy, como precio al divertimento de ayer, la ansiedad afloró con un poco más de fuerza, hoy el dia fue mas apagado, estoy algo más triste, sin razón, lo sé, pero el sentimiento no lo controlo! Todavía tengo mucho camino que recorrer, fantasmas que enterrar, lastres que soltar, y renacer con más fuerza! Pero hay una diferencia importante a otras veces en que he salido! La agorafobia y su amiga crisis de pánico me hacían volver desencajado y diciéndome una y otra vez que no debía de haber salido, que ha sido peor, que me va hacer más mal que bien…. Esta vez no! Esta vez no me importó pagar hoy un misero precio de algo mas de ansiedad y estado depre. Lo de ayer no me lo quita nadie!

        Y le doy las gracias a mi chico, porque sé y ya lo tengo asumido, que los demás nunca entenderán en su justa medida esta enfermedad. Somos muy incomprendidos, por mucho que intentemos, nadie realmente sabe lo que es esto, pero de eso hablamos otro día! Gracias,quien tu sabes!

        Y para acabar y poner la guinda final de ayer…. Mi gratitud a dos amigos del levante, que sin conocernos personalmente, sé que una verdadera amistad se está forjando, sana, noble, sin prejuicios, bondadosa. En su vigilia de Pentecostés, y sabiendo de mi sequedad del alma, volvieron a demostrarme su afecto con las plegarias que hicieron por mi… haciéndome también rememorar otros tiempos que gocé mucho de experiencias similares. Y volvió a caer esa lagrima por mis mejillas… nuevamente lagrima de alegría y gratitud profunda.
Porque otra de las paradojas de esta enfermedad, esta buena, es saber realmente quienes son amigos y quienes nunca lo fueron! Tratamos mi pareja y yo ese tema en la terraza! Cómo alguna personas que querias cómo amiga, que hacias vida, viajes, intimidades, consejos, vivir alegrías y penas…. Te das cuenta, y con mucho dolor por mi parte, que en mis horas mas bajas, me diera cuenta de que nunca fue amistad… era interés, ya no interesaba! Pero eso es agua pasada, y también podemos verlo en otro momento. Ya sabéis que voy por fascículos (jejejeje).

        Pero como os decía es una paradoja buena, de una persona de años y años ves que realmente nunca fue tu amiga, teniéndola al lado.. por otra parte, Dios o quien quiera, al otro lado de España, conozco por un foro de Agorafobia a dos bellas personas, que en un mes me han dado mas amistad que pudieron hacerlo otros… Su bondad, su generosidad, su altruismo, sus consejos, su interés desinteresado, su especial forma de ser! Aquí, en esta paradoja de esta turbia enfermedad, salí ganando. Gracias SARAI Belmonte y CARLOS Segura. Gracias por esa amistad noble, que quizá, humildemente, no merezca.

Bueno, por hoy dejo esta reflexión… No todo va a ser malo… aunque se pasen por muchos males! Espero con estas líneas haberles ayudado en algo, cualquier cosa, por pequeña que sea, aunque solamente haya sido distraer la mente. Con eso me vale!

        Pasen buena madrugada a los que sois insomnes y a todos que mañana tengáis el mejor de los días.

Un Abrazo.

Alberto.

sábado, 18 de mayo de 2013

REFLEXION 2



       Buenas noches insomnes. Aquí de nuevo me presento a vosotros, frente a esta virtual blanca hoja para mostraros otro pedazo de íntima parcela, sobre este ogro que clavas sus garras fuertemente a nuestra alma. Pero ya, con estos dos años, uno va siendo perro viejo en estos menesteres y hoy no me acompaña la luz parpadeante de un bello quinqué, sino la penetrante y sublime voz de mi fadista favorita, Mariza. Compañía grata, que aunque no arranque las garras de este ogro interno, si que apacigua por momentos su ira y hace que sus uñas rasguen mas suavemente mi alma.

            Me diréis, Mariza!, Fado? Pues no son tristes? Es lo menos conveniente para un estado depresivo, para esa Agorafobia intensa… que locura! Que haces? Cuantas veces confundimos tristeza, con hondura, con intensidad en el sentimiento, en su pureza. Claro que el fado es “saudade”, termino portugués sin traducción expresa. Es añoranza, melancolía, pureza en el sentimiento, a veces desgarrado, pero sublime y suave. Y aunque pueda producirme de cuando en cuando que una lágrima se escape y sin darme apenas cuenta recorra mi mejilla… no es tristeza… es mi alma en comunión con ese sentimiento puro, bello, hondo. Puede ser triste cuando se canta al amor, como oda?…No. Me ayuda a calmar esa bestia y centrarme en mi interior, reconocerme de cómo realmente soy, ya olvidado y empañado por estos lastres de los que hablamos, de esta incansable enfermedad. Para mi no hay lágrima mas bella que la que me hace recordar quién soy, de cómo soy, la que me hace aflorar mi alma en su esencia y pureza, apartando miedos y ansiedades, apartando bestias y ogros, quedándome en la mejor de las soledades!.

Otra paradoja de las muchas que os dije que existen en mi vida…. Cuantas veces me siento solo, soledad doliente, manifiesta incluso cuando estoy en compañía, que me desampara y me hace sentir nimio, sin sentido de vida… Y únicamente añoro, “saudade”, esta soledad que me lleva a sentir que sigo vivo, que lo que fui, lo sigo siendo…. Que no he perdido nada en el camino ni me he transformado en otra persona. Cuan bienvenido es ese Fado majestuoso que hace que despierte de las mil trampas que esta enfermedad nos pone en el camino, porque la Agorafobia, sobre todo, es mentirosa. Nos hace creer lo que no somos, y así nos va apagando, nos va debilitando para ganar la batalla y vencernos! El Fado para mi no es tristeza, es escudo y sano espejo, contra esa sutil mentira!

Disculparme, ya que me dispersé un poco, hoy no venía a hablaros de eso, pero creo que ya hecho, está bien hecho! Es importante!

Hoy pretendía hablaros de lo cruel que fue el inicio o el detonante de esta amarga compañera….detonante que se ve a posteriori, pero permitidme que lo haga en otra ocasión, es algo duro, complicado, muy doloroso, una realidad cruenta, pero que ahí estuvo y desencadenó dos años de tortura, inacabados, porque aun sigue contando tiempo y días esta fiel pero amarga compañera. Y es por esa dureza, que lo haré en otra ocasión. No quiero romper lo que para mi es bello e importante, empañándolo con el inicio de una realidad que aún me causa daño, perdura, y alimenta este mal. Y no es un gancho literario, permitidme de nuevo la ironía, para quedaros expectantes a la espera del próximo fascículo… No. Realmente hoy deseo que os quedéis con esa realidad cierta de nosotros mismos, una realidad que la agorafobia la ha convertido en paralela, oculta, para que no veamos que realmente vivimos la realidad que ella quiere que vivamos, haciéndola como realidad principal… y no, amigos, es otra de sus trampas! Su realidad es la virtual, la paralela, la que debemos desechar algún día, aunque ni yo mismo sé cuándo. Debemos de interiorizar, de buscar que lo que fuimos no es pasado! Lo seguimos siendo, lo somos! Yo utilizo el Fado, o músicas polifónicas, o una pequeña contemplación en busca de Dios, al que añoro, y que por veces puedo vislumbrarlo, rasgándome un poco mis cegueras!

Hacedlo como queráis… pero meditad, interiorizad, sin miedos, que ya bastantes tenemos, para qué sumar uno más. Meditad, ya sea con una imagen, con una bella música, con tenues velas, con internas oraciones…. Con todo a la vez… pero buscaros, porque os aseguro que os encontraréis! Y aunque sea sólo por un día, y la agorafobia vuelva al día siguiente a bofetearnos…sabremos siempre que hubo un día en que nos encontramos, en que somos, y no un fuimos… y eso hará que con esa añoranza melancólica nos vuelva a dar fuerzas para buscarnos y encontrarnos de nuevo… Con la esperanza clara, que se hará mas asiduo, e iremos perdiendo miedos, lentamente, pero las guerras no se ganan con tramposas batallas como esta enemiga nos quiere hacer creer. Se gana con confianza, fe, y constancia… rompiendo los espejismos enemigos que como sanguijuelas nos quieren ir debilitando vitalmente! Cuando recuperemos nuestro interior…. el exterior será ya el más nimio de nuestros problemas!

Buenas noches, amigos. Con vuestro permiso, y a la espera de que la pastilla contra insomnio haga sus efectos, me quedo un rato más con mi gran amiga fadista Mariza! Hasta pronto!

Alberto.




http://youtu.be/2UAjrYJH4yo

Este enlace es la misma canción pero cantada en vivo en Lisboa. Sublime!

viernes, 17 de mayo de 2013

REFLEXION 1. PRESENTACION


      Buenas noches a todos. Hoy comienzo una serie de reflexiones de alguien que sufre una cruel enfermedad asociada a otras, su terrible nombre, no por mucho conocidos es Agorafobia. Enfermedad que en mi caso viene acompañada de un trastorno de ansiedad excesiva y depresión. Tres en uno... que oferta, no? Cuán acostumbrados estamos de dichas ventajas en los grandes centros comerciales con cualquier producto, detergentes, yogures,....etc. Tres en uno, se convierten en mí en una frase maldita, como tantas cosas que os iré mencionando en sucesivas reflexiones.


      Perdonadme, no me he presentado. Me llamo Alberto, tengo 35 años, con pareja, cuatro perros, dos gatos, un pequeño jardín en el porche, casa con su debida hipoteca estranguladora, y poco más de lo que comúnmente sería de alguien normal. Pero como veréis e intentaré explicaros, es que la normalidad no existe, o se asienta de forma anormal. Normalidad anormal? qué paradoja, no? Pues sí, es una gran paradoja, y es eso, entre otras cosas, lo que esta enfermedad cruenta a podido enseñarme... que estoy rodeado de incomprensibles paradojas. Pero todo a su tiempo. Y hechas las presentaciones, ya ahondaré más para que me conozcáis mejor, sólo pediros disculpas de antemano, por si alguna expresión os carece de sentido, no está bien formulada, o se escapa alguna falta ortográfica... Otra secuela de esta inseparable mala amiga es que va asociada a medicaciones, y muchas veces embotan mi cabeza como si un gazpacho de neuronas se tratara, embriagadas de alguna manera, y no respondieran correctamente a la función que deben desempeñar. Disculpadme si me disperso, o no encuentro la palabra exacta con la que quiero realmente expresarme.


      Y hablando de paradojas, aquí estoy, delante de mi portátil, en una noche mas de insomnio atroz esperando que la pastilla de rigor empiece a dar su efecto. Noche de mayo, pero lluviosa, aunque en este momento hay una calma quieta; a la luz de un quinqué os escribo, con estas artes modernas. Esta paradoja es de las pocas que me satisfacen. Resultaría más apropiado escribir en hoja apergaminada, con pluma y tinta, acompañada de esta luz quinqueniana, y sin embargo rompo el romanticismo con unas teclas de plástico y con una nueva luz, la del monitor. Pero aún así, pienso que ese ápice de romanticismo permanece, por que mi interior lo palpa de esa manera, por que adoro la luz del quinqué, parpadeante, suave y tenue... luz que aporta cierto sosiego y tranquilidad, que tan faltos de ellos, cuando se producen, los degusto al máximo.


      Empiezo esta introducción, algo suave... pero veréis que la suavidad carece de presencia en estos dos largos años en los que vengo padeciendo este vocablo griego, que siendo tan bello su primer significado, "agora" plaza, espacio publico, viene otra a enturbiarla y ensuciarla como es "fobia", miedo. En resumen es un miedo incontrolado, irracional a los espacios públicos, abiertos o cerrados, miedo que por veces y sin notar síntomas, se torna en una crisis de pánico, que mas adelante también os definiré, junto con este mal... lo haré con mis vivencias, mis angustias, mis experiencias, mis terrores, mi no tocar fondo, mi desesperación, mi refugio y mi cárcel, mi tristeza, mi cuasi inexistente autoestima, falta de fe, apoyos en los que no puedes apoyarte. En la carga inmensa de vivir una continua, sí, continua ansiedad que va tornándose en un peso insoportable, que hace que defallezca por momentos, cada vez más asiduos. Que mi mente empieza a decir que no puede más y empieza a plantearse cosas que jamás creí que podría pensar, e incluso, pensar que pudiera hacer caso y cruzar determinadas lineas rojas. Que el horizonte no existe... y si lo hay, en días buenos, los menos, se torna lejanos; el resto del tiempo no es que sea inexistente en sí, simplemente oscuro, negro intenso...por lo cual, para que remar!


      Uff, vaya, con que rapidez, un discurso que en principio era templado, con ritmo tranquilo, se convierte en una enumeración de males y acontecimientos, enumerados, pero con ritmo vertiginoso... Pues os aseguro que bastantes me he dejado en el tintero!


      Aquí comienza una serie de reflexiones... No será un diario, no os explicaré esta enfermedad como lo indica la R.A.E o el Vademecum... os la presentaré tal cual es... con su cara al desubierto, sin anestesias ni eufemismos, con mis vivencias, de como pieso que fue el detonante (cabe aclarar que de estos no estamos libres nadie, no hay estadisticas para esto, y si las hay, pensamos siempre que estamos fuera de ellas, que hablan de otros... No es así).

      No será algo contado de forma cronolóica, ni pretende ser esto un libro ni nada por el estilo, ni siquiera un ensayo. Sólo abrirles algo muy intimo, mi interior, mi alma, una perturbación interior que por veces es aplastantante y usurpadora de energías y fuerzas. Hoy, lo que he escrito no es más que un mísero uno por cierto! Si tuviera que venderles mis posteriores relatos (permítanme la ironía) encontrarán una trama que podrá atraparles, complacerles, empatizar, entristecerse; una trama que pueda atraparles cual novela de misterio, en donde puedan estar deseosos de un nuevo capitulo. Encontrarán todo tipo de situaciones, de reacciones humanas que ni yo mismo creí que podrían producirse, que eran impensables. Caminos andados con cierta esperanza, otras veces esos caminos desaparecen, y la locura de la insoportabilidad de tantas cosas, unidas al embotamiento, al cansancio extremo, hacen, que algo que por principios sólidos tenias instalados, se caigan como castillo de naipes, e intentes y cruces de facto, determinadas lineas rojas! Pero todo eso y más, siempre que no les aburra, será en otro momento, en otro irónico episodio.

       Les dejo con una frase para la reflexión, para acercarles a esta desconocida y muchas veces injuriada enfermedad, no creida: Tengo 35años, he vivido todo tipo de sentimientos en mi mediana vida, amor, trabajo, realizacion, objetivos.... pues todo eso queda relegado como si fuera un pasado lejano, incluso parece invivido... y mi mediana vida empieza a ser sólo estos dos últimos años, donde esa normalidad, se vuelve anormal, donde los sueños si llegan a existir se marchan por la primera grieta que encuentran, y en donde el denominador que impera, es el dolor. Parece que no he vivido! Que nací hace dos años y la única compañera es la ansiedad, las rutinas desgastadoras, y la penuria agarrada con sus dos manos a mi sombra. Dos años, de algo en todo su esplendor,fuerza y dominante: el MIEDO.

      Hasta aquí mi introducción y pequeña reflexión de hoy. Espero, sobre todo no haberles aburrido. Si lo desean, les seguiré comentado desde lo objetivo y lo subjetivo (mis vivencias), que este mal existe... y es eso, un mal para el alma.

Buenas noches.

Alberto.