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martes, 21 de mayo de 2013

REFLEXIÓN 4





       Nuevamente me presento antes vosotros, lectores, para desnudar un poco más mi alma, mi interior, mis avatares en la continua lucha contra esto que nos ataca de forma constante y que por mucho tiempo que pase, nunca nos acostumbramos, o al menos yo no me acostumbro, a llevar la pesada presión que de manera maliciosa la agorafobia ejerce complaciente, viéndose exitosa por sentirse invulnerable. Parásito invisible, escurridizo y traicionero, que trasmuta como virus gripal para dificultar la cura y su tratamiento. A veces, metafóricamente, parece de disponer de inteligencia propia, superior a la nuestra… siempre por delante, siempre acechante, incluso como buen jugador de ajedrez, previsor, haciéndote creer que tu jugada es buena, y a la siguiente te tiene en jaque.

       Cuántos males me has causado, maldita! Cuántas desventuras me has hecho y continuas haciéndome vivir! Que incluso dando el paso valiente de contar quién eres, de cómo eres, de tus sucias maneras de obrar…. Aún así, lleno de valor, aun continuo retrasando el manifestar a todos los que lean estas líneas, hasta los puntos que me has hecho llegar, incapaz y retardando el día para contar el doliente hecho que hizo capaz tu llegada. Aún, retardo el narrar las mas oscuras actuaciones en mi propia contra que me has llevado a realizar, cuando me golpeaste más duro y fuerte, cual maza pesada en mi cabeza asestada con todas tus fuerzas, creida que ya era mi fin y salías victoriosa…. Casi lo consigues, aberrante hija de…. Pero aquí estoy… aquí sigo… Y aunque el dolor de rememorar tales vivencias te sirven de provecho en tus planes más audaces… que te quede claro, que aunque duela, los contaré… todos deben saber lo capaz que eres, del mal que puedes causar… la desesperación a la que puedes llevar a una persona, para que incluso roce el reino de Hades. De que me hagas andar por el filo de afilado cuchillo por si no quiero precipitarme por los hondos abismos de la muerte! Quizá hoy no será… no soy estúpido, aún mantienes tus hilos, aunque menos tensos, para tirar de ellos y tratarme cual marioneta, volteándose sin sentido pareciendo loca. Todavía tienes tus cartas y tus ases de los miedos, del dolor, incluso de la vergüenza que me causas por haberme hecho pasar cosas inpensables.     Pero lo contaré tarde o temprano, dalo por seguro, porque estoy decidido a desenmascararte, para que todos vean cómo eres y puedan luchar contra ti… Ahora soy yo, el que con ventaja te digo que aproveches el día de hoy, porque no será… pero mañana SÏ… ¡Ahora soy yo, buen aprendiz de tus artes quien te infunde miedo paralizante, porque aunque me cueste dolor y lágrimas, todos sabrán donde te escondes y cómo de escurridiza y mentirosa eres, y nadie más caerá en tus trampas!


Me has hecho sentir quien no era, por haberme hecho creer que ya no era… por jugar con mi mente, mi dolor, mi alma, mi falta de fuerzas y vigor, mi debilidad mental y física, casi haciéndome enloquecer por no entender nada de lo que me ocurría.



       Uff… amigos, cuesta tanto encararse, pero así es esto… no queda más remedio que dejar de ser civilizados con esta enfermedad, y denotar con todas nuestras fuerzas, más que nunca, el sentido de supervivencia, porque si no, estaremos perdidos… Hará con nosotros lo que le plazca… nos dejará incluso tempos apaciguados para que nos confiemos, y luego asestarnos su puñalada más traicionera, en su divertido juego diabólico!

       Quizá notéis mis palabras llenas de rabia! He de deciros que sí, que así es. Están plagadas de rabia, inmensa rabia! ¿Sabíais que en el plano emocional la rabia es la manifestación ante la injusticia, ante lo que en derecho y propiedad no es justo de ninguna de las maneras? Todas las enfermedades son injustas, algunas mas que otras, no hay que compararlas, no podemos caer en ese absurdo… Pero esta, la Agorafobia, es de las más injustas y crueles… Porque no sabemos dónde localizarla y extirparla… porque aprovecha recovecos mentales inaccesibles para nosotros mismos donde esconderse y esperar latentemente para salir en el momento más débil que tengamos. Porque no siempre el tratamiento médico es el apropiado, y a probar otro, y luego otro, porque el anterior te debilitaba en otras cosas…. Espiral ésta también debilitante y demoledora porque hace alimentarse más la agorafobia, por sentirnos perdidos y decaídos ante lo que imaginamos que no tiene solución… no se da con la receta exacta… no es un antibiótico y punto… y esta espiral es demasiada cansina, con mil efectos secundarios, donde sólo hay dos beneficiarias: las farmacéuticas y la propia agorafobia! Irónico, jejeje…eso te lo debo a ti, y ahora lo tengo en mi provecho. Intentaré no dar pábulo a tus ataques,  a no dejar confundir mi mente con tus escaramuzas. No declaré guerras, pero voy a defenderme!

       Y te doy una ventaja, que un estratega no haría… pero yo sí! No pienses que ahí va el incauto con todas sus fuerzas, que  conseguirá poco, y luego me rematarás en la debilidad. No iré a por ti cual toro de Miura, pero iré!

       Y espero lógicamente curarme de tu mal, de las fuertes ansiedades y miedos de una vez por todas, consciente que alguna secuela que otra quedará… podré vivir con ello! Pero si al final sales vencedora por cualquier razón, habrá una cosa que perdurará en el tiempo y a lo que no puedes hacer frente ni parar... Son estas palabras escritas, describiéndote y desenmascarándote… Y así otros tengan más ventajas hacia a ti, y no tenga ese periodo de gran confusión de no saber lo que les pasa, momento que siempre aprovechas para debilitarnos más!

       Estas palabras quedarán, serán leídas, y aunque sea una persona la beneficiada de ella, tu quedarás tocada!

       Este es mi terreno, aquí no puedes. Jaque!

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