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miércoles, 6 de noviembre de 2013

REFLEXION 14. Llamada de Atención.



       
Buenas tardes amigos y desconocidos.

Hoy entrego otra vez mis vivencias para dar a conocer esta enfermedad llamada Agorafobia. Pero esta vez, aún desnudando mi interior como en reflexiones anteriores, ésta, más que personal, va dirigida a todos los lectores de forma algo más directa. Siempre mi intención es dirigirme a todos, sobre todo para dar a conocer la crueldad que sufrimos quienes vivimos esta cuasi eterna tortura, para sobre todo que se nos oiga, se nos tenga en cuenta, se acaben estereotipos, se deje de estigmatizarnos, relativizarnos…. En definitiva, “Llamar la Atención”.

        Os hablo de barreras… --Permitidme que ya me pronuncie en primera persona--.

Cuántas barreras diarias son las que se me imponen, pues ni las quiero ni las elijo, difíciles de sortear y tantas veces imposibles de superar. ¡Cuán cansado estoy, de estar cansado, de que una invisible Agorafobia me niegue el vivir en su sentido más amplio, gozante e incluso hedonista. De poder disfrutar de las pequeñas cosas, de las grandes cosas, de tomarme una caña en una terraza sin sentir una perenne tensión muscular y sin tener que girar cual muñeco decorativo de un coche, la cabeza hacia los lados esperando un peligro irracional, e inexistente, pero vigilante en mis neuronas!

        Y ese cansancio eterno, equiparado a esa ansiedad excesiva, a esa depresión que va y viene a su antojo, a esos terribles, horrorosos, temidos, más que temidos ataques de pánico, se acompañan de barreras exteriores distintas a las que que la propia enfermedad produce!

¿Quién puede soportar que lo que consideras refugio, tu propia casa, sea de facto la cárcel más hiriente? ¿Quién puede aguantar las soledades más agudas, intensas interiormente, desgastadoras y desgarradoras del alma, aún estando rodeado de la mejor de las compañías? ¿Quién conoce lo que es estar en cualquier sitio, sea el que sea, en el que momentáneamente te sientes a gusto y seguro y de repente te asalta el miedo más inexplicable, la sinrazón como razón, todas tus extremidades se engarrotan más y más a cada momento, el pulso se acelera vertiginosamente sin quererlo, ni esperarlo, y peor, sin controlarlo? ¿Quién es capaz de soportar esa situación en la que te es imposible verbalizar tu pensamiento, cuyo resultado más cercano es el tartamudeo… sentir sequedad en la boca como si de una esponja que lleva años sin saber lo que es la humedad se tratara, incapacitando cada vez más tu deseo de hablar… o más bien, de pedir ayuda. Cuando hasta la tez de tu piel cambia emblanqueciéndose repentinamente y tu cara se desencaja cual zombie de cualquier película de Romero?

        ¿Quién es capaz de echar en sus espaldas las losas más pesadas, esas que nos son impuestas, de una perenne falsa vida, que es incluso invivida, llena de desasosiegos, miedos, soledades, rabias, sentirse injustos sin ser capaz de canalizar de forma adecuada todas y cada una de ellas y otras tantas largas de narrar, y que te llevan a un estado de desesperación sin igual? ¿Quién es capaz de sentir mínimamente algo de esto? ¿Quién puede entender que esta ansiedad interminable, pegada cual sanguijuela, te lleva a momentos convulsos, incoherentes… incluso a una desesperación tal en la que tu vida no es vida, no es nada, no sirve, no tiene valía, que cualquier elemento  inesperado, cualquier cosa que te produzca un mínimo estrés pueda llevarte a una única conclusión como salida…. Salida del sufrimiento, del sobrevivir sin saber por qué hacerlo, donde, repito, la única salida que tus neuronas hartas y cansadas te conducen es la muerte?

¿Quién puede soportar el mero recuerdo que tras un impulso consciente o inconsciente, pensado o improvisado, correcto o incorrecto, te lleva a la masiva ingesta de medicamentos para que el fin por fin se produzca? ¿Para quién es grato que tras tal desesperado suceso, alguien (y con suerte teniendo a alguien) llame a urgencias y te veas mareado mientras un montón de batas blancas se mueven rápidamente mientras de fondo, cuasi lejano, escuchas sus conversas y te ves, o sientes de repente, entubado, dando arcadas mientras ese tuvo penetra por tu nariz para encontrar su final, tu propio estómago, e intentar desaguar tu estómago infestado de química mortal para que no penetre más allá, para posteriormente introducirte carbono por si quedara algún resto? ¿Quién se ha visto entubado, con gotero, saliendo en camilla, incorporándote en una ambulancia mientras la amabilidad de los dueños de esas batas que te han salvado la vida, intenta todavía más, que ese pesar sea lo menos posible… entendiéndote y animándote y quitando hierro… pues como te dicen…. estas enfermo?

Creo que es suficiente, pero tengo mil preguntas más para trasladar a quienes no sufren esto, lo ignoran, y aún así, juzgan, estigmatizan, relativizan, pones sus propias opiniones con prejuicios ignorantes y manifiestamente alejados de toda realidad… Pues otro fallo humano, es creernos con la posesión de la verdad y sentir que nuestro juicio sobre algo es el correcto, sin ni siquiera estar cerca de quienes profesionalmente si saben más de esto.

Haceros estas preguntas y decidme cómo lo soportarías, cómo sobreviviríais, cómo aguantarías, cómo serias capaces, de dónde sacaríais fuerzas…. de cómo….. Pues ni siquiera nosotros sabemos cómo seguimos adelante con tales sufrimientos. Dadnos las respuestas, que estamos ansiosos de encontrar ese “santo grial”.

Pues  a todo esto que internamente vivimos, que no es poco… se nos unen barreras inesperadas… vuestras palabras y vuestras equívocas formas de ver nuestra realidad. Y es esa estigmatización llena de tópicos y tipicismos, a cada cual más absurdo y carente no solo de sentido, sino de una correcta fundamentación. Pero se lanzan sin más y nos quedamos tan contentos… sin saber que aun podéis echar más carga a la ya pesada losa que llevamos a cuesta.

¿No entendéis que nuestra soledad, nuestra baja autoestima, nuestro estado desesperado, busca refugio en aquellos en quienes confiamos, en nuestras familias, hermanos, primos, pareja, amigos… contándoos nuestra cruenta realidad para intentar aunque sea mínimamente que lleguéis a entender lo que realmente es el sufrir de que conlleva la Agorafobia, la ansiedad Excesiva, la Depresión?

Y parecemos recibir entendimiento, para comprobar que no apartados del resto social, seguís con los mismos estereotipos, los mismos tópicos, las mismas erradas ideas…. ¿De qué sirvió tanto tiempo de conversación, de intentar hacer entender --y es difícil-- lo que nos supone todo esto?

Y siempre las mismas respuestas… tienes que salir (si fuera tan fácil), eso es voluntad (ojalá fuera así de sencillo) o que si tanto lo hablamos es sólo por llamar la atención.

De eso estamos más que acostumbrados, pero que salga de quienes confías… no tanto.

Tengo la suficiente madurez, en mis momentos más serenos y cuerdos, como para tener un diálogo adulto, y no como el niño que al no darle la piruleta que pedía de forma imperiosa, llama la atención con el pataleo consiguiente…. NO.

 Y si lo hablo, hago lo mismo que al escribirlo…. Es contar mi vida para que esta enfermedad sea entendida, seamos entendidos, no seamos ignorados, darla a conocer en su medida justa y cruel, con toda su realidad… no me hace falta y no nos hace falta vuestras pseudo-psicologías (que para eso ya tenemos nuestros psicólogos y psiquiatras profesionales) No necesito que me reafirméis… ya tengo un tribunal médico que acredita mi Incapacidad Permanente por el mal anteriormente mencionado y elemento central de todas estas reflexiones. (estoy cansado de nombrarla).

Que nadie se confunda…. No llamamos la atención, cual infante, pero visto lo visto SI os llamo la Atención, en otro sentido al que suele darle más de uno. Pero si es complicado entender, si es difícil comprender, si la ignorancia de los hechos y de la misma enfermedad se escapa a vuestro entendimiento (no tenéis por qué entenderla y estar a la altura de un médico), existen más palabras para vuestros juicios…. No sólo apoyo, no solo estar ahí,….NO, hay una hasta más importante y de la que nos olvidamos muchos. Y es EMPATÍA.

Y antes de verter un juicio sin juicio, sin fundamentos, jugando a ser psicólogos… no contéis hasta diez…. Pensad en la palabra empatía.

 Os aseguro que nos haréis un gran favor. Gracias.

Un saludo y hasta pronto amigos.

       


Alberto.

4 comentarios:

  1. ¡Valla! No sabía que existía esta enfermedad.
    Me gusto como escribes, así que echaré un vistazo a tu blog.
    Saludos.

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    1. Gracias. Por desgracia existe. Empieza por la primera reflexión y entenderás mejor. El blog en realidad empezó a ser e fotografía,pero debido a esta enfermedad le dediqué un espacio importante para darla a conocer. Un saludo y gracias! Comparte, puede ayudar a mucha gente!

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  2. Alberto, cuántas palabras sabias y cuánto conocimiento de esta enfermedad casi desconocida por muchos/as. De hecho, mi leve ansiedad hace que nadie sepa de su existencia en mí. Pero la llevo por dentro y lucho con ella diariamente de la misma manera que lo haces tú. Acabo de descubrir tu blog y he leído primero esta entrada y me ha encantado. Tienes un seguidor más para este blog y para ti. Saludos.

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  3. Hola Alberto,
    Solo queria darte las gracias por explicar esta enfermedad. Yo tambien sufro con esto y nunca he podido explicarles a mi familia lo que se siente el tener un temor de salir de mi casa. Se que algunos se burrlan, y creen que no tengo nada. Me an diagnosticado con depresion severa, ansiedad, ataques de panico con agorafobia, y trastorno por estres postraumatico. Desde nina sentia que no era como mis hermanos. Siempre me sentia triste y retirada de los demas. Mis papas no entendian lo que me pasaba y se enojaban. Mi madre siempre me decia que no tenia nada y solo lo hacia por obtener su atencion.
    No creo que la raza hispana en los estados unidos quiere admitir que estas enfermedades son reales. En Septiembre cuando mi psiquiatra me saco de trabajar y me diagnostico con todo esto, mi padres no entediean el por que you estaba deprimida. Su primera pregunta fue "Pero, tu de que tienes que estar deprimida? Tienes buen trabajo, tus hijos ya son adultos, que mas quieres?" Es doloroso que no me crean, pero mas doloroso es tener que explicar lo que siento.
    Mucho gusto me da de encontrar blogs o paginas de personas de habla hispana que tambien saben lo que es sentir estas horribles enfermedades. No me siento tan sola. En mi tienes una seguidora mas. Saludos...

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