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viernes, 14 de junio de 2013

REFLEXIÓN 7



Hola a todos. Ya ha pasado un tiempo de mi último relato sobre esta enfermedad que nos ocupa. Realmente no sé cuánto, supongo que mirando la fecha de edición tendré la cuenta clara; pero da igual, mucho o poco, ha sido cuasi eternidad… y es que la última de mis confesiones me hizo mella, y he ido postergando la vuelta a la escritura. Otra peculiar secuela que nos da la Agorafobia, solemos ir postergando todo aquello que pueda infundir conflicto, o problemas, a cualquier cosa que nos pueda causar estrés! Y es que en casi todo, lo intentamos preveer, suponiéndonos con casi certeza (subjetiva) que eso o aquello nos producirá uno de esos temidos ataques de pánico o ansiedad, y así cual bola de nieve…. todo queda para última hora, y no todo llega a hacerse. Seguimos atados a los finos, pero fuertes hilos, que en nuestra mente sujeta “la maldita”, como marioneta circense que mece a su voluntad con maestrales movimientos de sus experenciadas manos.

Fue dura, bastante dura, y si así lo visteis al leerlo, o al menos captasteis dicha dureza. Os aseguro que guardé mil y un detalles. Que aunque no escritos no dejaron de voltear en mi mente cual sierra circular con sus peculiares dentadas! Y todo este tiempo, mucho o poco, he vuelto al común denominador de todos estos relatos vivenciales… la paradoja! Pues estaba deseando volver a escribir, a seguir contándoos mis experiencias cruentas y desenmarascadoras de esta Agorafobia maldita, a la vez que lo retardaba por la secuela interna que la rememoración de la última reflexión quedó marcada a fuego lento en mis entrañas, para mayor sufrimiento!

Qué lucha de fuerzas para coger el portátil y hacer lo que ahora hago, escribiros sin más penurias que las vividas… pero a la vez parecía que mi mano y el aparato eran como dos imanes con misma polaridad que se rechazaban mutuamente. Cuanta paradoja me rodea, cuanto dualismo de fuerzas y conceptos encontrados y chocados entre sí. Supongo que en la vieja Grecia sería alumno aventajado del señor Platón! Y también alguna clase de su maestro Sócrates escucharía, por lo del sentido moral del deber… porque debo contar, debo por ética solidaria, poner en sobreaviso y concienciar para que las estigmatizaciones vayan desapareciendo!

 Y así acabar con un cinismo primitivo que aún nos sustenta… qué progreso el nuestro, que aceptamos el matrimonio homosexual ---¡ya era hora! ---, sentimos y nos solidarizamos con los más débiles, etc… Y luego con nuestra típica doble moral, estigmatizamos a todo lo que no comprendemos, o no logramos de explicar. Es más fácil eso y parecer inteligentes porque se aparenta argumentación… (tradición, falsa moral,….) que quedar como tontos por nuestra primitiva idiotez. Pero me disperso, como tantas veces! Disculparme! Quizá la ansiedad, bueno no, es la ansiedad la que me lleva a hacer esto, porque compruebo que aún sigo tocado por la ultima narración de mis vivencias, y esta malvada amiga sabe bien aprovechar esos momentos! Vamos al tema!. Lo intentaré!

Hoy quería comentaros otra de las muchas patrañas que la Agorafobia y su prima hermana la Ansiedad, junto con su tía cercana, la Depresión, realizan para martirizarme más, si aún cabe! Lo peor, quitando lo ya contado, es la Consciencia! Sí, habéis escuchado bien!.... lo peor es la consciencia! Y es un arma que sin ser propiedad de ellas, sino supuéstamente un elemento nuestro, del intelecto, pero nuestro… se sirven de ella para aumentar el daño todo lo posible! Diréis, Alberto… que obsesión, como lo pintas todo, tan mal es eso? No exageras?... Pues no, quizá hasta me quede corto! Os aseguro que es una enfermedad muy sufriente, donde no hay morfinas que la calmen… algún ansiolítico, relajante fuerte que te queda como zombie… pero es momentáneo, la dichosa no desaparece! Y como os decía se aprovecha hasta de lo que tenemos en nuestro haber, lo que supuestamente nos hace posible enfrentarse a ella, lucharla, evitarla, salir de este túnel oscuro y siniestro que por mucho andar no se vislumbra luz alguna.

 Y en realidad, es así, si somos conscientes de que sufrimos este mal, podremos poner remedios, terapias, actuar de otras formas…. Sí, es cierto! Pero no vemos el otro lado de la navaja! Con todos mis respetos, sobre todo para poder explicarme, no encuentro otra forma, utilizaré una expresión que no me gusta mucho, pero no encuentro otra… y más sufriendo esto, repito, con todos mis respetos! Digamos que el loco por definición no sabe que es loco, que está loco, que tiene demencia… que ese mal que le avino, sus delirios o paranoias, no lo son tal para él! Ojalá personas que sufran esos males atrozes, encuentren cura, es mi mayor deseo. Pero como quería explicaros, la Agorafobia, con sus cajón de los mil miedos, cual caja de Pandora que abre a su gusto, se aprovecha de nuestra consciencia para dañarnos! Por qué? Porque somos consciente de que sufrimos, conscientes de que tenemos miedos irracionales, pero los tenemos  y los sentimos… somos conscientes de nuestros encierros carcelarios, de la venida súbita de la Ansiedad y la ascensión a los cielos neuronales de los ataques de pánico! Somos conscientes de nuestras derrotas, de nuestros lamentos ante ellas, de nuestras impotencias, de nuestras bajadas vertiginosas de autoestima y tristezas extremas. Conscientes de que en nuestra mente pululan mil ideas. Cómo atajar esto?  Tiro por el camino del medio? Dejo esta vida para otra mejor? Cómo te enfrento? Estoy enajenándome, volviéndome loco?

Conscientes de una desesperación y sufrimiento sin igual! Conscientes de en un momento no poder atajar el mal que nos produce por las mil cosas por las que debemos pasar, como si de un dolor extremo nocturno de muelas se tratara… que nada ni nadie lo calma… que nos produce más nerviosismo y por ende ms dolor! Que llegados a esos niveles del sufrir hasta casi prefiero un salvaje electro-sock que me deje atontado para siempre antes de seguir con esta enorme lápida, que me hunde más y más en el fango. Y soy consciente como el barro frio me va tragando, sabiendo que sobrepasará mi cuello para darme la más cruel de las muertes, la asfixia!

Con esto quiero mostraros que es, por lo menos para mí, una enfermedad tan difícil de apartar y quitar. Tan dolorosa! No sé si podéis imaginar lo que es el sufrimiento del alma, que es donde ataca. Es como si os sentís traicionados por alguien al que amáis profundamente, y ese dolor profundo no lo calma el llanto. Esto es igual, pero exponenciado y perdurando, lo que lo hace insufrible. Y para colmo, conscientes!

Pues este valor que me invita a contaros este mal, este ser consciente de lo que llega a causar y causa esta enfermedad, es el mismo que en multitud de ocasiones se vuelve en mi contra cual boomerang asestando su mejor golpe en toda la frente. Y es horrible estar continuamente en estado de vigilia, de ansiedad continua, de miedos latentes deseosos de salir y paralizarnos… y todo eso lo sabemos, y por eso mismo muchas veces no sabemos que hacer!

Nos aislamos, no queremos que nos vean así pero estamos deseosos de que alguien nos anime, nos mime, nos haga transmitir aunque sea con la conversación más trivial la paz que ansiamos y de la que estamos faltos. De saber que sufrimos por nuestras depresiones cambios de humor, de ánimo, súbitos todos ellos. De euforia a querer morirte. Y conscientes que los demás lo ven, lo sufren, lo padecen… y no queremos eso para ellos. Otro sufrir más para el cajón del archivador, el que está debajo del de los miedos, el cajón de los sufrimientos!

De algo estoy seguro y Consciente…. Es que de esto, solo, no se sale…. Sé que sin la ayuda de los especialistas y sobre todo de los cercanos, no sobrevivo a este cáncer del alma y de la mente. Porque aunque escucho mucho la misma frase: “tienes que querer tú, para salir de esto. Tienes que tener fuerza de voluntad….” Pues yo os digo ---parafraseando citas bíblicas en la forma--- que sin vuestra ayuda, vuestra fuerza de voluntad, sin vosotros, no salimos vivos de ésta! No os dais cuenta que en esta inmensa soledad, en esta gran cárcel autoconstruida sois nuestro único baluarte? Si no estáis, entonces es cuando descubriremos que la oscura soledad tiene aún más tonos de negro…. Que ya no habrá luces, ni sombras… estaremos a la deriva esperando que la deshidratación o la inanición del alma acabe con nosotros! No es quitarme responsabilidad y delegarla en los demás! No es eso… Es certeza consciente, que sin apoyo, nos caemos, y si no hay manos, no podremos levantaros por mucho que queramos… si las piernas están rotas no hay fuerza de voluntad alguna que nos haga poner en pie! No tenemos ninguna voz bíblica que nos diga “Alberto, levántate y anda”.

Tened en cuenta que sois hasta más importantes que nosotros mismos para poder superar esta enfermedad. Vuestra ayuda, apoyo, ánimo, comprensión… y del resto de los mortales lo mismo, no estigmatizarnos. Os repito, sois más importantes que nosotros mismos! Y en eso, también somos conscientes!

Un saludo!


Alberto.

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