Hola
a todos. Ya ha pasado un tiempo de mi último relato sobre esta enfermedad que
nos ocupa. Realmente no sé cuánto, supongo que mirando la fecha de edición
tendré la cuenta clara; pero da igual, mucho o poco, ha sido cuasi eternidad… y
es que la última de mis confesiones me hizo mella,
y he ido postergando la vuelta a la escritura. Otra peculiar secuela que nos da
la Agorafobia, solemos ir postergando todo aquello que pueda infundir
conflicto, o problemas, a cualquier cosa que nos pueda causar estrés! Y es que
en casi todo, lo intentamos preveer, suponiéndonos con casi certeza (subjetiva)
que eso o aquello nos producirá uno de esos temidos ataques de pánico o ansiedad, y así cual bola de nieve…. todo queda
para última hora, y no todo llega a hacerse. Seguimos atados a los finos, pero
fuertes hilos, que en nuestra mente sujeta “la
maldita”, como marioneta circense que mece a su voluntad con maestrales
movimientos de sus experenciadas manos.
Fue dura, bastante dura, y si así lo visteis al leerlo, o al menos captasteis
dicha dureza. Os aseguro que guardé mil y un detalles. Que aunque no escritos
no dejaron de voltear en mi mente cual sierra circular con sus peculiares
dentadas! Y todo este tiempo, mucho o poco, he
vuelto al común denominador de todos estos relatos vivenciales… la paradoja! Pues estaba deseando
volver a escribir, a seguir contándoos mis experiencias cruentas y desenmarascadoras de esta Agorafobia
maldita, a la vez que lo retardaba por la secuela interna que la rememoración
de la última reflexión quedó marcada a fuego lento en mis entrañas, para mayor
sufrimiento!
Qué
lucha de fuerzas para coger el portátil y hacer lo que ahora hago, escribiros sin más penurias
que las vividas… pero a la vez parecía que mi mano y el aparato eran como dos
imanes con misma polaridad que se rechazaban mutuamente. Cuanta paradoja me
rodea, cuanto dualismo de fuerzas y
conceptos encontrados y chocados entre sí. Supongo que en la vieja Grecia
sería alumno aventajado del señor Platón! Y también alguna clase de su maestro
Sócrates escucharía, por lo del sentido
moral del deber… porque debo contar,
debo por ética solidaria, poner en sobreaviso y concienciar para que las estigmatizaciones vayan desapareciendo!
Y así acabar con un cinismo primitivo que aún
nos sustenta… qué progreso el nuestro, que aceptamos el matrimonio homosexual
---¡ya era hora! ---, sentimos y nos
solidarizamos con los más débiles, etc… Y luego con nuestra típica doble moral,
estigmatizamos a todo lo que no comprendemos, o no logramos de explicar. Es más
fácil eso y parecer inteligentes porque se aparenta argumentación… (tradición, falsa moral,….) que quedar
como tontos por nuestra primitiva idiotez. Pero me disperso, como tantas veces!
Disculparme! Quizá la ansiedad, bueno no, es
la ansiedad la que me lleva a hacer esto, porque compruebo que aún sigo
tocado por la ultima narración de mis vivencias, y esta malvada amiga sabe bien
aprovechar esos momentos! Vamos al tema!. Lo intentaré!
Y en
realidad, es así, si somos conscientes de que sufrimos este
mal, podremos poner remedios, terapias, actuar de otras formas…. Sí, es cierto!
Pero no vemos el otro lado de la navaja!
Con todos mis respetos, sobre todo para poder explicarme, no encuentro otra
forma, utilizaré una expresión que no me gusta mucho, pero no encuentro otra… y
más sufriendo esto, repito, con todos mis respetos! Digamos que el loco por definición no sabe que es loco, que está loco,
que tiene demencia… que ese mal que le avino, sus delirios o paranoias, no lo
son tal para él! Ojalá personas que sufran esos males atrozes,
encuentren cura, es mi mayor deseo. Pero como quería explicaros, la Agorafobia, con sus cajón de los mil miedos,
cual caja de Pandora que abre a su gusto, se
aprovecha de nuestra consciencia para dañarnos! Por qué? Porque somos
consciente de que sufrimos, conscientes de que tenemos miedos irracionales,
pero los tenemos y los sentimos… somos
conscientes de nuestros encierros carcelarios, de la venida súbita de la
Ansiedad y la ascensión a los cielos neuronales de los ataques de pánico! Somos
conscientes de nuestras derrotas, de nuestros lamentos ante ellas, de nuestras
impotencias, de nuestras bajadas vertiginosas de autoestima y tristezas
extremas. Conscientes de que en nuestra mente pululan mil ideas. Cómo atajar esto? Tiro por el camino del medio? Dejo esta vida
para otra mejor? Cómo te enfrento? Estoy enajenándome, volviéndome loco?
Conscientes de una desesperación y
sufrimiento sin igual!
Conscientes de en un momento no poder atajar el mal que nos produce por las mil
cosas por las que debemos pasar, como si de un dolor extremo nocturno de muelas
se tratara… que nada ni nadie lo calma… que nos produce más nerviosismo y por
ende ms dolor! Que llegados a esos
niveles del sufrir hasta casi prefiero un salvaje electro-sock que me deje
atontado para siempre antes de seguir con esta enorme lápida, que me hunde más
y más en el fango. Y soy consciente como el barro frio me va tragando, sabiendo
que sobrepasará mi cuello para darme la más cruel de las muertes, la asfixia!
Con esto quiero mostraros que es,
por lo menos para mí, una enfermedad tan difícil de apartar y quitar. Tan dolorosa! No sé si podéis imaginar lo que
es el sufrimiento del alma, que es donde ataca. Es como si os sentís traicionados por alguien al que amáis
profundamente, y ese dolor profundo no lo calma el llanto. Esto es igual, pero
exponenciado y perdurando, lo que lo hace insufrible. Y para colmo, conscientes!
Pues este valor que me invita a
contaros este mal, este ser consciente de lo que llega a causar y causa esta
enfermedad, es el mismo que en multitud de ocasiones se vuelve en mi contra
cual boomerang asestando su mejor golpe en toda la frente. Y es horrible estar
continuamente en estado de vigilia, de ansiedad continua, de miedos latentes
deseosos de salir y paralizarnos… y todo
eso lo sabemos, y por eso mismo muchas veces no sabemos que hacer!
Nos aislamos, no queremos que nos
vean así pero estamos deseosos de que alguien nos anime, nos mime, nos haga
transmitir aunque sea con la conversación más trivial la paz que ansiamos y de
la que estamos faltos. De saber que sufrimos por nuestras depresiones cambios
de humor, de ánimo, súbitos todos ellos. De euforia a querer morirte. Y conscientes que los demás lo ven, lo
sufren, lo padecen… y no queremos eso para ellos. Otro sufrir más para el cajón
del archivador, el que está debajo del de los miedos, el cajón de los sufrimientos!
De
algo estoy seguro y Consciente….
Es que de esto, solo, no se sale…. Sé que sin la ayuda de los
especialistas y sobre todo de los cercanos, no sobrevivo a este cáncer del alma
y de la mente. Porque aunque escucho mucho la misma frase: “tienes que querer tú, para salir de esto. Tienes que tener fuerza de
voluntad….” Pues yo os digo
---parafraseando citas bíblicas en la forma--- que sin vuestra ayuda, vuestra fuerza de voluntad, sin vosotros, no
salimos vivos de ésta! No os dais
cuenta que en esta inmensa soledad, en esta gran cárcel autoconstruida sois
nuestro único baluarte? Si no estáis,
entonces es cuando descubriremos que la oscura soledad tiene aún más tonos de
negro…. Que ya no habrá luces, ni sombras… estaremos
a la deriva esperando que la deshidratación o la inanición del alma acabe con
nosotros! No es quitarme responsabilidad y delegarla en los demás! No es
eso… Es certeza consciente, que sin
apoyo, nos caemos, y si no hay manos, no podremos levantaros por mucho que
queramos… si las piernas están rotas no hay fuerza de voluntad alguna que nos
haga poner en pie! No tenemos ninguna voz bíblica que nos diga “Alberto,
levántate y anda”.
Tened
en cuenta que sois hasta más importantes que nosotros mismos para poder superar esta enfermedad.
Vuestra ayuda, apoyo, ánimo, comprensión… y del resto de los mortales lo mismo,
no estigmatizarnos. Os repito, sois más
importantes que nosotros mismos! Y en eso, también somos conscientes!
Un saludo!
Alberto.
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